Carlos Vives.
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EFE

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Carlos Vives y Santa Marta: Un viaje sonoro de 500 Años

Profundo compromiso con su tierra natal y su aporte a la identidad y memoria colectiva a través de la música.

En el marco de la conmemoración de los 500 años de fundación de Santa Marta, una de las ciudades más emblemáticas del Caribe colombiano y la más antigua del país, el cantautor Carlos Vives ofreció desde su ciudad natal una entrevista exclusiva con el periodista Jorge Cura a través de Emisora Atlántico. Fue una conversación rica en historia, cultura y emotividad, que revela el profundo compromiso de Vives con su tierra natal y su aporte a la identidad y memoria colectiva a través de la música.

La conversación abordó su reciente producción musical titulada “500”, un poderoso homenaje sonoro que recorre la historia, la diversidad y la riqueza cultural de Santa Marta, fusionando sonidos que van desde la música vallenata, la cumbia y la sonoridad indígena arhuaca, hasta la influencia española y africana, símbolos de la mixtura cultural de la región Caribe.

Carlos Vives.

El nacimiento de “500” y la inspiración

“Ha llegado el tiempo de volver…”. Así inicia la composición de 8 minutos, en la que se resumen 500 años de la fundación de Santa Marta.

“Desde comienzos de este año, con la fundación, quisimos proponerle a la ciudad un camino para la campaña de la celebración e inclusión conmemorativa de los 500 años de Santa Marta. Hace 30 años, nuestra música vallenata, que contenía esa cumbia y música local nuestra, fue el comienzo para abrir espacios y entender que somos el resultado de nuestra historia. Pensamos mucho en el relato que hemos sembrado desde nosotros mismos históricamente, y que ha sido complicado desde las diferentes orillas de nuestra historia”.

Vives resaltó que el proyecto busca rescatar la riqueza cultural y convertirla en un motivo de orgullo, abrazando el mestizaje que ha forjado la identidad de Santa Marta y de Colombia. Subrayó especialmente la importancia de conocer y amar lo propio: “Muchas veces vemos con desprecio, y más que todo desconocimiento, hacia nuestra Hispanidad, hacia nuestros hermanos mayores, hacia nuestro origen. Porque realmente, como decía la maestra Delia Zapata, no se ama lo que no se conoce”. El cantante puntualizó que el desconocimiento ha mantenido a nuestra sociedad fracturada.

La memoria como motor de cambio y voz para historias ocultas

Para Carlos Vives, esto es más que un proyecto musical: también se ha convertido en uno pedagógico. A través de actividades culturales que promovieron el reencuentro de los samarios con su historia y su identidad, se ha incentivado la limpieza de la ciudad, la apertura de librerías y la restauración de espacios culturales que fortalecen la memoria colectiva. “Bueno, la idea es que, después de darle cariño a la ciudad, también hemos motivado, y al final toda la ciudad ya se ha volcado mucho en arreglar las calles, en pintar su fachada y en mantener la ciudad más limpia. Han sido unos meses de mucho trabajo”.

En este homenaje a la ciudad, sin lugar a dudas, una historia olvidada puede convertirse en el punto de partida para reencontrarse con la identidad. Así comenzó el viaje de Carlos Vives y su equipo para redescubrir a Bastidas, incluir a personajes como Ernesto Ocampo, explorar la sonoridad samaria y despertar la memoria cultural de toda una ciudad.

“Era importante repensar todas esas historias que nos hemos contado. La historia de Bastidas era muy desconocida para muchos, incluso algunos historiadores, pero era una historia humana sobre lo que nos pasó hace 500 años y lo que nos sigue pasando. Por eso dijimos que era una gran oportunidad. Todo nace del deseo de hacer ese viaje por la sonoridad samaria, por nuestro sonido, e incluso rescatar un poco nuestra herencia española. Hemos trabajado muchos años con la Fundación. Tuvimos un maestro, Ernesto Ocampo, el primer guitarrista de la provincia, quien hizo un gran trabajo de descubrimiento y excavación para hacer la arqueología de la música prehispánica. Así, hemos colaborado con comunidades urbanas, respetando mucho la cultura indígena; proyectos como la plataforma ‘Mucho Indio’ reflejan esa relación”.

 

Carlos Vives.
Un viaje musical y cinematográfico

La canción y su videoclip recorren paisajes emblemáticos de la región, desde la Sierra Nevada hasta la Bahía, en una narrativa que abarca desde la llegada de Rodrigo de Bastidas hasta la Santa Marta contemporánea y multicultural. “Ves por primera vez el encuentro de los conquistadores y los pueblos originarios, un encuentro grato, pero que luego se tornó doloroso. Eso marcó para siempre la historia de la ciudad y lo seguimos viviendo de alguna manera”, relata Vives.

La obra involucra a 12 artistas samarios —Lalo Ebratt, Bomba Estéreo, Estereobeat ft. Yera, Laura Maré, Olga Lucía Vives, L’omy, Gloria Torres, Paola Lacera y Rashid Zawady—, integrando a niños arhuacos y músicos de distintas generaciones, consolidando a “500” como un proyecto coral de inclusión. “En esta canción quisimos devolvernos la identidad a través del orgullo y el conocimiento de nuestro mestizaje”, afirma el artista. Vives destaca, además, el trabajo con niños arhuacos y la inspiración que encontró en el legado prehispánico: 

“Llevamos años trabajando con comunidades, aprendiendo de ellos, y era la oportunidad para mostrar la importancia de quienes han cuidado estas tierras durante siglos. En la canción decimos: ‘Nosotros no somos los dueños de esto; somos los guardianes, somos los que estamos guardando esto para las nuevas generaciones…’”.

La escena musical: pasado, presente y futuro

Carlos Vives recordó sus inicios y cómo su carrera siempre ha partido de la curiosidad por sus raíces: “Siempre me ha llamado la atención la historia de Santa Marta, la de Colombia... Soy un enamorado de descubrir y conocer cada vez más nuestra historia”.

Al recordar su disco “La tierra del olvido”, que cumple 30 años este año, Vives subraya el significado de construir modernidad a partir de las raíces musicales locales. “Hace 30 años, sabía que mi música ya no iba a seguir los parámetros de la industria, porque iba a buscar mi modernidad a partir de mis raíces musicales... Ese disco abrió un camino que motivó a muchas generaciones y coincidió con el comienzo de nuevos movimientos musicales en Colombia”.

El cantante también hizo una mención especial a la comunidad libanesa y turca que ha llegado a la región: “Agradezco a toda la comunidad libanesa y turca que ha enriquecido la cultura Caribe, la gastronomía, la política y las letras. Es un capítulo importantísimo que siempre hemos reconocido…”.

Santa Marta, retos sociales y futuro

En diálogo con Carlos Vives, también se dio la oportunidad de hablar sobre algunos retos que tiene Santa Marta en relación con las deudas históricas y sociales de la ciudad. “Estamos aquí en el paraíso, esto es el paraíso, definitivamente, una ciudad que tiene esa montaña a su espalda, ese mar y esas piedras de mármol que entran. Y mira la pobreza, mira el deterioro, mira nuestra ciénaga, y mira — trabajamos allá con mucha alegría y felicidad, pero a veces ni se puede soportar la cantidad de basura, ver la cantidad de pobreza, la gente que se ve obligada a irse para la carretera a hacer mototaxi, las niñas en peligro, nuestra juventud en peligro aquí en la carretera. Entonces uno dice: ¡Dios mío, en este paraíso que eso nos pase! No, no, no tiene sentido”.

La pasión por el fútbol y el desarraigo juvenil

La pasión futbolera de los samarios, simbolizada por el Unión Magdalena, no es ajena al cantautor. Sin embargo, para Vives se convierte en un sabor agridulce el tema del equipo regional. “Siempre me pasa una cosa: uno se desencanta un poco de ver que sube, baja, y no sé, me desencanto. Pero a mí me pasa una cosa: veo el uniforme, veo el jugador y veo el escudo, y se me caen los pantalones. Me pasa algo que me manda donde mi papá, donde mi abuelo, me manda al estadio, me manda a la infancia, cuando me montaron en el carro de Bomberos en Santa Marta”.

El artista también criticó la falta de estructura y oportunidades para las nuevas generaciones: “No hemos creado esa infraestructura que respalde a los jóvenes… el fútbol ya no es por arte de magia, la tecnología y la alimentación importan… tenemos que aprender de la historia para no repetir los mismos errores. Ya no podemos esperar que las cosas sean como antes, que era una bendición que la tierra nos diera, al Pipe y a otros grandes”, puntualizó Vives.

Finalmente, Santa Marta es como esa mujer que ha sufrido, pero que decide sanar, embellecerse y florecer. Carlos Vives, más que un músico, se convierte en el puente entre la memoria y el porvenir, cantando la historia viva de su tierra. En sus 500 años, la ciudad se mira a sí misma con nuevos ojos, guiada por una voz que inspira a recordar, reconocer y renacer. Como dice Vives, “lo importante es que seamos descendientes de españoles con conciencia americana”, una invitación al reencuentro con nuestras raíces y a la construcción de un futuro reconciliado y esperanzador para toda la región.

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